Residir estáticos.
Hasta la propia piedra, estática allá donde la coloques, tiene miedo de los cambios que pueda haber a su alrededor.
No seas piedra, sé aquello que gracias al impulso del aire, a la fuerza de la caída y esos otros factores que segmentan esa piedra.
No te quedes esperando que pase, sé el cambio.
No te quedes esperando que él/ella te lo diga, ve tú a decírselo.
No te quedes con ese te quiero ahí guardo, aunque no caduquen...
No te quedes esperando que suene y haz esa llamada.
No seas piedra estática e intenta, con seguro mucho trabajo, ser el cambio oscilante que tu vida desea hasta que encuentre su lugar donde residir estático.
Joaquín Cruz Romero.
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